Pausa Infinita

Suave, envolvente y aterciopelado, como una manta cálida. Con notas que recuerdan al almizcle blanco. Ligeramente amaderado y avainillado, con un toque dulce y cremoso. Asociado a la sensación de textura lujosa, comodidad y elegancia discreta. Por eso queda perfecto con la vainilla. Juntas crean una fragancia abrazadora, elegante y “eterna”.